Las lluvias han beneficiado, por el momento, la campaña del guisante

Las lluvias caídas durante los últimos meses han beneficiado al cultivo del guisante en la provincia de Huesca. Un producto, el guisante verde de consumo humano, que ocupa cada vez tiene más peso dentro de la economía agrícola y que tiene en el Alto Aragón a uno de sus puntos clave en nuestro país. Ahora los agricultores esperan que la primavera que comporte “como primavera” y que no haga ni mucho frío, ni mucho calor para que los frutos cuajen y den buena calidad.

Desde el sector se indicaba que afronta la campaña con optimismo. Un proceso largo que comenzó en diciembre y finalizó la siembra en febrero y que ahora en estos meses está comenzado a dar sus primeros frutos. El agua caída ha sido beneficiosa y la rotación del cultivo en parcelas hace que éxito esté casi garantizado.

En la zona de Monegros se calcula que entre 2.000 y 3.000 hectáreas de terreno se dedican a este producto lo que supone aproximadamente el 25% de todo el guisante verde de consumo humano de todo el país.

El ritmo de plantación y recolección lo marcan en buena parte las transformadoras ya que es un producto, el altoaragonés, que se congela en su mayoría por lo que hay que amoldarse a las necesidades de las empresas.