Una comisión que sobrepasa líneas rojas y de la que nadie quiere hablar

Se esperaba tensa, pero lo vivido en la comisión de Hacienda este viernes ha superado el nivel de agresividad en el trato entre personas que se tienen respeto. Es la conclusión, sin muchos más detalles, en la que confluyen las diversas versiones de lo sucedido en el transcurso de una sesión en la que debían abordarse la votación de las enmiendas presentadas al borrador de presupuestos del equipo de gobierno

El conflicto ha partido por las discrepancias entre gobierno y oposición sobre la forma de tramitar las mencionadas enmiendas, dada la existencia de informes contradictorios al respecto, como les había avanzado la Cadena SER. Mientras un informe del Oficial Mayor indica que el alcalde tiene la exclusiva capacidad de decidir a voluntad las enmiendas que se elevan a pleno, la Secretaria General considera errónea esa interpretación de la norma, y en otro informe indica que las enmiendas de la oposición debidamente tramitadas tienen que incorporarse al presupuesto que se vote en el pleno. Dado que el alcalde ha dado por bueno el primero de los informes invocado su presunto derecho a elegir qué enmiendas se dictaminaban y cuáles no, tanto PP como PSOE han decidido marcharse de la reunión. Y ha sido justo a continuación cuando la tensión creciente que ya se había ido acumulando en la sesión ha sobrepasado los límites en un confuso episodio, en el que se han visto involucrados directamente el alcalde y el concejal del PP Alfonso Sanz. Aunque las versiones de lo ocurrido difieren entre sí, coinciden en que la agresividad ha superado cualquier nivel aceptable y que ha sido necesaria la intervención de otros ediles presentes para evitar que llegara a mayores.

Poco más ha trascendido de lo ocurrido en este incidente, dado que los representantes políticos consultados o no quieren pronunciarse o piden tiempo antes de hacerlo para digerir lo sucedido y para intentar reconducir una situación en la que este episodio es el punto culminante del bronco ambiente que se vive en el ayuntamiento desde hace meses.

Aunque dada la gravedad de lo ocurrido el objeto de la reunión ha pasado a segundo plano lo cierto es que también ha quedado en cuestión la validez de los acuerdos que se han tomado. Y es que tras el mencionado incidente el alcalde ha pedido que se votaran las enmiendas elegidas por él, pero al faltar todos los representantes de PP y PSOE la sesión se ha quedado sin quorum, lo que podría comprometer la validez de la votación.