El caso con mal final que recuerda al escándalo de los alineadores dentales: clínicas cerradas y miles de afectados

La oleada de casos de personas afectadas por los tratamientos de ortodoncia invisibles famosos en redes sociales ha dejado muchas dudas en el aire sobre qué consecuencias legales podrían tener estas clínicas. Los casos de personas con mordidas torcidas o enfermedades graves en las encías no han parado de llegar a las diferentes plataformas de afectados, donde los pacientes comentan sus diferentes problemáticas. Alberto Manzano, perito odontólogo, ha asegurado en Código de Barras, que estas empresas podrían tener un desenlace similar al de IDental, que culminó hace unos años con miles de afectados por los implantes de bajo coste y con el cierre de todas sus clínicas: "Estas empresas se dedican a ganar dinero, desaparecer, y dejar muchas bocas así", ha sentenciado el odontólogo y jurista.

Estas clínicas, que se anuncian masivamente en redes sociales prometiendo alinearte la boca a un precio único y en un tiempo récord, realizan una primera consulta de revisión —en la que varios de los afectados aseguran no poder identificar a nadie con su nombre, apellidos y número de colegiado— y y pautan un tratamiento que el paciente sigue en su casa de forma autónoma. El seguimiento se realiza a través de una aplicación en la que el cliente sube fotos de sus dientes hechas con su móvil. "Te hacen el seguimiento gente que no sabes quién es. Las fotos están borrosas o movidas, pero ellos te dicen siempre: sigue con el siguiente alineador", denunciaba una de las afectadas hace un par de semanas en Código de Barras. Y aquí está el problema. "La telemedicina está muy bien, pero llega hasta donde llega, no se puede pretender guiar todo un tratamiento de 2 años con fotos", ha asegurado el perito.

Al detectar un aluvión de casos nuevos las últimas semanas, en el programa hemos querido seguir escuchando casos de personas afectadas. Entre ellos, una paciente que acudió a una de estas clínicas con un apiñamiento importante: "Me dijeron que, aunque el alineador no me terminase de encajar, me iría encajando. Semana tras semana les decía que no me encajaban los dientes y la parte de abajo me empezaba a dar como unas pequeñas corrientes". Tres años después, y tras verse obligada a finalizar el tratamiento, ha terminado con una mala oclusión que antes no tenía. "Ya me han dicho que la mordida la tengo mal y que posiblemente tenga retracción de encía, que se me haya ido para abajo de lo rápido que han querido hacer los movimientos de los dientes", ha lamentado.

Los pacientes afectados por estas clínicas, que el Consejo General de Odontólogos ya denunció ante la Agencia Española del Medicamento, no solo se quejan de graves consecuencias en su salud bucodental, si no que cada vez son más los que llegan a estos grupos de afectados asegurando que han contratado el servicio sin querer, que lo que en principio era una "simulación" del servicio, terminó siendo una contratación sin previo aviso: "El comercial me estaba guiando por el presupuesto, por cómo me quedarían los dientes, y en la última me dijo: 'Bueno, aquí tienes el presupuesto', pasa a la siguiente pestaña y se despide. Entonces me llega un correo que dice: 'gracias por tu compra'. Llamó a la clínica y nadie me contesta y al final me contestaron y les dije que yo no quería el tratamiento y que no había dado mis datos ni ni nada para facturar, ni mi DNI ni nada. Y me dijo que una vez das clic en el confirmación del presupuesto ya suponen que has confirmado la compra y no se puede desistir", ha relatado una paciente. Una situación compartida por muchos de los afectados.

"Quitan de donde no se debe, que es en cuanto a seguridad y en cuanto a atención profesional. Y ellos saben hacerlo muy bien porque están haciendo entender a la gente que lo que compran en esos casos son los alineadores. Y claro, cuando tú compras un tratamiento de un profesional con una experiencia, con una dedicación de horas. Yo cuando voy a un médico no le pregunto qué marca es el marcapasos que van a poner. Yo quiero que me opere el mejor cardiólogo o posible", ha puntualizado Manzano.

El perito ha asegurado que estas empresas ya nacen sabiendo el rápido y corto recorrido que van a tener. "La entienden como una empresa gacela, de: voy ganar dinero en los próximos 5 años y luego cuando cierre ya está. Pues claro, se gana dinero y por desgracia, pues creo que es legal. Lo que no es es ético", ha denunciado. El experto ha insistido también que la responsabilidad de intervenir en este tipo de clínicas no es del Consejo de Odontólogos de España: "El problema es la infraestructura que hay detrás de estos empresarios. Y en contra eso el Colegio no tiene competencias. Entonces es un tema que la ley empresarial permite hasta cierto punto y el colegio no tiene armas para atacar", ha admitido.