José Andrés endurece sus críticas a Israel: "Esto ya no parece una guerra contra el terrorismo"

El cocinero José Andrés ha ofrecido algunos detalles más acerca del ataque del Ejército de Israel (FDI) al convoy de World Central Kitchen en Gaza, el pasado martes, en el que murieron siete trabajadores de la ONG. En una entrevista concedida a Reuters, el chef ha insistido en que los vehículos iban perfectamente identificados y ha exigido que se ponga en marcha una investigación independiente.

Preguntado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien ha achacado el ataque a un "error", José Andrés José Andrés también le ha recordado que ya han muerto 200 trabajadores humanitarios y miles de civiles: "Lo siento mucho, pero un trabajor y un niño ya son demasiados".

“Se supone que yo tenía que estar ahí con mis equipos. Pero al final, por diferentes razones, no pude volver a Gaza", ha explicado a la agencia de noticias. "Pero sigo de cerca las operaciones y el equipo estaba contento porque estábamos completando con éxito la misión de recibir cientos de toneladas de ayuda humanitaria en barco por segunda vez, lo cual era muy importante para nosotros para poder llegar al centro y al norte de Gaza. El equipo había visitado un almacén que tenemos al sur de Gaza y se encontraba en una especie de zona segura".

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El cocinero español ha explicado que el ataque afectó a cuatro vehículos, dos de los cuales estaban blindados. En un primer momento perdieron la comunicación, pero o achacaron a que "a veces la señal de los móviles no funciona bien en Gaza" porque, de hecho, ya había pasado anteriormente. "Siempre estás pendiente de que tu equipo salga a la hora prevista y llegue a la hora prevista. Es algo que forma parte de la seguridad. Pero enseguida comprendimos que había pasado algo... y al final nos dimos cuenta de que habían sido atacados".

"¿Por qué nos atacan?"

"La situación empezó a ser muy evidente cuando empezamos a ver imágenes de los cuerpos y de sus pasaportes en el hospital. Era nuestra gente, estaba claro. Y lo que sabemos es que siete miembros del equipo —tres británicos especializados en seguridad, tres trabajadores internacionales, y un palestino— fueron atacados sistemáticamente, coche por coche", ha añadido José Andrés.

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Según detalla en la entrevista, todo apunta a que un primer coche fue atacado, pero que pudieron seguir "sanos y salvos" gracias al blindaje del vehículo. "Aún no conocemos todos los detalles de lo ocurrido, pero creemos que pudieron pasar al segundo coche y que, entonces, fueron atacados de nuevo. Pero pudieron seguir en un tercer vehículo y, mientras tanto, trataron de ponerse en contacto con el Ejército de Isarel para preguntarles: '¿Por qué nos atacan?'. Lo estaban haciendo en una zona segura controlada por ellos y sabiendo que seguíamos esa ruta. Pero el ataque acabó con siete personas muertas, que se suman a los 180 trabajadores humanitarios asesinados en los últimos seis meses".

El fundador de World Central Kitchen también ha explicado que, al parecer, "no fueron solo tres" ataques aéreos, sino algunos más que no dieron en el blanco. Sea como sea, según José Andrés, los vehículos recorrieron más de 1'5 kilómetros entre el primer y el último disparo, lo cual demuestra que no fue una cuestión de mala suerte, sino un ataque deliberado que no cesó hasta que murieron todos los integrantes del convoy. "No fue una equivocación en el lugar en el que soltaron la bomba. ¡Ups! Se trataba de un convoy humanitario identificado con carteles en el techo y con un logo muy colorido, así que está muy claro quiénes somos y qué hacemos".

"Todos los hospitales y todas las escuelas"

Al plantearle si cree, como sostienen Israel y EEUU, que el ataque no fue deliberado, José Andrés responde que de entrada no acepta esa premisa e insiste en la necesidad de una investigación independiente que aporte información a todas las partes y, en especial, a las familias de los fallecidos. "Los trabajadores humanitarios y los civiles nunca deberían pagar las consecuencias de la guerra. Este es un principio básico de la humanidad. En este momento, parece que esto ya no es una guerra contra el terrorismo. Parece que es una guerra contra la propia humanidad. No se puede destruir todos los edificios. No se puede destruir todos los hospitales y todas las escuelas. No se puede atacar a los trabajadores humanitarios. No se puede apuntar a los niños. No se puede luchar contra las bases de lo que debería defender la humanidad".

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"Incluso, aunque no hubiéramos estado coordinándonos con el Ejército de Israel, ningún país democrático puede atacar a civiles o a trabajadores humanitarios, especialmente con la tecnología actual. Esos drones tienen ojos sobre todo lo que se mueve en Gaza. He estado allí y en Gaza no se mueve nada sin que las FDI lo sepan. Sabían de nuestros movimientos y sabía qué estábamos haciendo. La ruta estaba clara y la comunicación también. Obviamente, es una situación muy difícil para todos. Pero necesitamos saber la verdad".

"Se lo debemos al pueblo", ha añadido. "Se lo debemos a ellos, algunos de los cuales eran amigos y con quienes había servido en el frente. Se lo debemos a los palestinos y a todas las demás organizaciones humanitarias. Se lo debemos a todos los niños que han muerto en circunstancias que no deberían estar produciéndose. Repito una vez más: esto ya no puede parecer una guerra contra la humanidad misma".

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