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Cómo aprender de los errores a la hora de cuidar plantas

Eduardo Barba repasa el estado de la Flor de Pascua, nos enseña a podarlas y nos dice cómo no volver a fallar a la hora de conservar cactus u otras plantas

🌺 El cactus del abuelo y la flor del amor | Meterse en un jardín, con Eduardo Barba

🌺 El cactus del abuelo y la flor del amor | Meterse en un jardín, con Eduardo Barba

Nuestra gran flor de Pascua estaba perfecta la semana pasada, y, de repente, la planta está fatal, con muchísimas hojas mustias y amarillentas. Parece que la planta ha entrado en un desequilibrio, ha sufrido un estrés. Curiosamente, solo ha afectado a una mitad de la planta, la otra está perfecta. Esto es debido a que en esta maceta no tenemos una sola flor de Pascua, sino que tenemos dos. Y coincidencia o no, precisamente hoy era el día que había elegido para podar esta planta.

La poda de la flor de Pascual y el cactus del anciano

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Vamos a reducir su parte aérea para que ramifique desde abajo y volvamos a tener una planta frondosa. En cuanto a que la mitad de la planta se haya quedado mustia, pueden ser diversas causas. La más probable es que haya pasado sed la semana pasada. Hay que tener en cuenta que esta planta lleva creciendo mucho meses en una maceta que, a todas luces, se le ha quedado pequeña, con una enorme cantidad de raíces. De hecho, si tocamos la superficie del sustrato, notaremos como está compacto, con una trama muy densa de raíces. Así que lo que haré con la flor de Pascua serán todas estas tareas, en este orden: podar, trasplantar y aplicar un humus líquido.

¿Qué es eso del humus líquido?

Es un mejorante del lugar en el que crecen las plantas. Nosotros lo hemos aplicado en el último año un par de veces, para mejorar la absorción de los abonos por parte de las plantas. Así, cuando abonamos después, la planta tendrá más nutrientes a su disposición. El humus líquido crea un entorno perfecto para que la raíz pueda crecer muy cómoda, así que le vendrá muy bien a esta flor de Pascua.

¿Cortamos la planta entonces?

Sí, comenzaré por la pequeña flor de Pascua, para que los brotes de la base puedan desarrollarse. Ya vimos el otro día cómo en esta pequeña flor de Pascua solamente quedaban las brácteas rojas en la punta de cada rama, y, por debajo de ellas, se habían desarrollado ligeramente unas yemas. Bien, pues cortaremos por encima de esas yemas, para que formen la nueva planta (zascatrás, corto y recorto). Ahora, vamos a cortar la flor de Pascua más grande, casi del tamaño de un balón de playa. La voy a reducir a un cuarto de altura, más o menos. Y la vamos a colocar en un lugar aún más luminoso que en el pasillo donde estaba. Hay que recordar a nuestros oyentes que esta flor de Pascua estuvo el año pasado en la terraza, más o menos, desde abril hasta octubre. Así pudo aprovechar toda la intensidad de luz, en un rincón sin más sol directo que el de la mañana. Vamos a ver qué tal rebrota, y si podemos repetir el éxito del año pasado, con una planta de tamaño considerable y muy bella.

Más información

El Cactus del Anciano

El cactus del anciano (Espostoa lanata) es un cactus columnar que puede medir varios metros de altura, entre tres y cinco fácilmente, y que es bastante común en cultivo. Tiene la peculiaridad de tener un denso “pelaje”, con pelos largos y blanquecinos, que le da este aspecto de canoso. Pues bien, he traído varios trozos de un cactus que tenemos en mi familia. Lo compré cuando tenía unos doce años, más o menos, así que ya tiene más de 30 años. Era uno de esos cactus que vienen en una macetita minúscula, debía de medir tres o cuatro centímetros de alto tan solo, y aún lo seguimos teniendo en la casa familiar, pero ahora medía 1,80 metros. Pero este fin de semana tuvo un accidente: la maceta volcó, proyectándose toda la columna hacia fuera de los barrotes de la terraza. Encajado por completo, con un peso enorme, y a punto de romper, no tuve más remedio que cortarlo, no había más posibilidades. Así que la columna, que estaba bifurcada a cierta altura, cayó al patio comunitario. Aquí traigo todos esos trozos, con la esperanza de que pueda crecer aquí en la terraza de la radio igual de bien que en una terraza de Carabanchel. Me ha dado una pena tremenda, pero se sustituirá pronto con la alegría de verle por estas alturas, y lo poco que queda del cactus enraizado volverá a rebrotar.

¿Estos trozos van a ser capaces de echar raíz de nuevo?

Sí, si no hay problemas, como de una pudrición de estos fragmentos, debiera de enraizar bien. Lo que vamos a hacer es una cosa imprescindible con este tipo de esquejes de cactus tan grandes: hay que dejar secar el corte que le demos. De esa forma se creará una capa endurecida en la zona del corte, que actuará de barrera frente a la pudrición cuando lo introduzcamos en el sustrato. Para ello, después de dar el o los cortes, dejamos esos trozos en un lugar con mucha iluminación, sin sol directo, y buena ventilación, hasta que se sequen bien esos cortes. Lo ideal es dejarlo unos cuantos días, al menos, no les pasará nada. De hecho, podrían resistir así meses y meses, como ya comenté una vez. Por otra parte, el sustrato en el que los esquejemos ha de ser extremadamente poroso, para evitar que retenga un exceso de agua, que sería fatal para el esqueje. Esta es otra premisa indispensable, porque lo vamos a cultivar en un sitio más expuesto que en la terraza familiar, donde contaba con una mejor orientación, con un muro que le frenaba el aire frío.

Una chumbera para aprender de los errores

He traído un cactus seco y marrón para aprender de nuestros fallos. Este era el cactus de Isma, el compañero que trabajaba con nosotros en redes. Este cactus lo recuperamos, estaba tremendamente débil en una mesa de la redacción. Como buena chumbera, una de las muchas Opuntia que existen, lo que necesitaba era más iluminación, con sol directo. Se puso preciosa, creció muchísimo. Tan grande estaba, que hasta Isma se llevó varios fragmentos para esquejarlos en casa. Pero este invierno sufrió más de la cuenta, y no solo por el frío, sino más bien por un sustrato muy retentivo en agua. A pesar de que era un sustrato para cactus y otras plantas suculentas, al acumular mucha agua en el periodo de más frío le ha llevado a la muerte. ¿Hubiera sobrevivido si hubiera contado con un sustrato más arenoso, con un sustrato más poroso? No lo sabremos, pero seguro que habría sobrellevado mucho mejor la bajada de temperaturas.

¿Con este cactus ya no hay nada que hacer?

Nada, pero al pie siguen creciendo otros cactus que puse (Tephrocactus sp.) que han sido más resistentes a las condiciones de cultivo que les hemos dado. Ellos se quedarán en esta maceta, a la que, de todas formas, cambiaré el sustrato por uno más poroso.

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Eduardo Barba

Eduardo Barba

Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería....

 
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