Paula Badosa cae en primera ronda del Mutua Madrid Open a manos de la también española Jessica Bouzas

La reaparición de la española Paula Badosa en competición prometía en una mañana de miércoles que acabó torciéndose en el Open de Madrid. La Caja Mágica esperaba su sonado regreso, después de que la tenista confirmase sus esfuerzos por saltar a la pista pese a su dificultad de jugar con "dolor cero" debido a su lesión crónica de espalda. Su andadura en la tierra batida de Madrid comenzó siendo prometedora, imponiéndose con un claro 6-2 en su primer ´set' ante la también española Jessica Bouzas, pero la gallega se activó a tiempo para solventar una situación crítica.

El debut de Badosa se antojaba como uno de los grandes atractivos del Mutua Madrid Open para la afición local. En la pista central Manolo Santana, el careo español acaparó las miradas del mediodía, en el que un enfrentamiento de poca seguridad en los servicios de las tenistas. Más nerviosa inició la jornada Bouzas, que sólo pudo sacar ventaja de su saque en un juego de la primera manga, en la que acabó cediendo 6-2.

La suerte cambió a partir de entonces, y es que los minutos de competición lastraron en mayor medida a una Paula Badosa que apenas está encontrando continuidad para evolucionar en sus prestaciones al más alto nivel. En línea opuesta, Jessica Bouzas se reivindicó y, después de haber superado dos rondas previas ante las estadounidenses Claire Liu y Sacha Vickery, amplió su gran actuación en la capital española. La de Vilagarcía de Arousa alzó la voz para remontar la eliminatoria con un doble 6-3 a su favor y apear del torneo a las primeras de cambio a su compatriota. La letona Jelena Ostapenko ya la espera este jueves en segunda ronda, aunque será el cuarto día consecutivo de partido para la gallega.

Vive momentos complicados Badosa justo cuando se cumplen dos años de su llegada al número 2 mundial del ránking WTA. Sin más aspiraciones en Madrid, deberá focalizar su plan de trabajo en los próximos días en sobrellevar lo mejor posible su quebradero con las vértebras. De estar en condiciones para competir, Roma se antoja como la última prueba sobre arcilla antes del grand slam de Roland Garros.