A los niños superdotados no les suele gustar el fútbol

No es un colegio, no son clases curriculares. Es un centro en el que valoran la inteligencia superior y ayudan a desarrollarla de la manera más adecuada. Actualmente no existen en España escuelas exclusivas para personas con altas capacidades. “El término ideal serían colegios preferentes, al igual que los hay motóricos, auditivos…” Dice Maite Garnica directora de CES Superdotados. Ella misma es superdotada y siempre lo vivió con normalidad desde que sus padres, psicólogos, lo descubrieron. Pero esta situación no es la habitual. Solo se detecta un 10% de los casos. Es decir, que un 90% de superdotados están perdidos por el mundo sin ser conscientes de su capacidad. “Como extraterrestres camuflados entre la población”, el dato despierta la imaginación de Juanjo Millás.

La mayoría de los casos que llegan a la consulta son niños porque es más difícil detectar a las niñas, “pasan más desapercibidas porque se camuflan para adaptarse mejor al grupo. Además, tiene un componente genético y los padres suelen llevar a los niños para su evaluación pero no tanto a las hijas”. Aún estamos ahí.

En la consulta, Gemma habla con la pedagoga de su hijo Aitor. El uso del lenguaje, la rapidez de cálculo, el humor a tan temprana edad y, sobre todo, la montaña emocional por la que pasaba, les hizo sospechar que podía haber algo diferente en él. Es un niño con miedos de adulto. No le asusta el coco pero sí la idea de romperse un hueso jugando al fútbol. En estas sesiones tratan de canalizar esas sensaciones, de ayudarles a entender emocionalmente cómo hacer uso de su inteligencia superior.