Fisahara, el festival político que cada año lleva cine a los campamentos saharauis

Ausserd es uno de los cinco campamentos saharauis en territorio argelino - uno de los lugares más inhóspitos del mundo - donde viven alrededor de 36.00 personas. Un lugar donde a lo largo de esta el día a día gira en torno al cine. En una enorme explanada de arena, el festival habilita un camión que hace de pantalla, en cuyo lateral se proyectan cada noche varias películas y documentales. Una veintena de proyecciones que forman parte de la programación del Fisahara, un festival que cada año lleva a los campamentos películas y directores de todo el mundo. Un festival que también es una fiesta.

Aquí cada noche se sientan en el suelo a ver las pelis familias enteras, grupos de amigos, muchos niños, porque hay un festival paralelo para los pequeños, donde proyectan películas de animación. Pero es, sobre todo, un festival político. Porque sirve para llevar el cine a un pueblo abandonado por España y la comunidad internacional hace casi medio siglo, y hacer visible una causa olvidada para muchos y que sufre el incumplimiento de los mandatos de Naciones Unidas que ya en 1980 determinaron que la solución para el Sáhara pasaba por un referéndum de autodeterminación.

Hoy, el pueblo saharaui está partido entre los que viven en los campamentos de refugiados en territorio argelino (hasta donde huyeron tras la marcha verde), y los que viven en los territorios ocupados de Marruecos (cuyo plan de autonomía acaba de ser reconocido por el gobierno español, lo que es, de facto, reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara).

"Es la primera generación de cine saharaui"

En este desierto brotan proyectos que permanecen en el tiempo. Como la escuela de cine saharaui que se creó en el año 2011 y que enseña a hacer cine a los jóvenes de los campamentos. En esta edición, varios de los alumnos han expuesto algunos de sus trabajos. "Es la primera generación de cine saharaui", explica el director de esta escuela, Ahmed Mahamud, abierta en 2011 gracias al impulso de Fisahara.

Hablamos en La Ventana con la actriz Nathalie Poza, que es junto con Carolina Yuste y Pedro Pastor, los invitados a este festival que reúne a directores y activistas de todo el mundo, como el guionista y cantautor Milton Carrero o activistas cuya que vinculan con el cine la lucha de pueblos oprimidos de todo el mundo como la colombiana Soraya Bayuelo, Premio Nacional de Paz, fundadora del Festival Audiovisual Montes de María y participante en de la tercera Delegación de las 60 Víctimas que asistieron a la Mesa de Diálogos de Paz en La Habana (Cuba); o Lurdes Pires, cineasta y activista timorense clave en el proceso de independencia de Timor Leste que produjo la primera película de ficción sobre la lucha en Timor.

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En una entrevista en La Ventana desde el campamento de Ausserd, Nathalie asegura que está "impresionadísima" y "muy feliz" por haber ido. "Vine sin ningún tipo de expectativa y está superando todas. Primero, lo impresionante que es ver las condiciones en las que está viviendo esta gente y lo abandonados que están", ha señalado, denunciando lo "silenciado" que está el tema.