Operarios jurídicos denuncian que la carencia de psicólogos en las Unidades de Salud Mental ralentiza los procedimientos de incapacidad en los juzgados

Hoy 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo y lo hace bajo la sombra de un aumento durante el pasado año del número de accidentes laborales en Canarias. Las islas registraron durante los doce meses de 2023, 53.884 accidentes laborales, un 9% más que durante 2022. De ese total, 28.324 han sido leves, 170 graves y 19 mortales.

Aunque en Canarias parece que se ha estabilizado el cómputo de accidentes calificados como traumáticos por el incorrecto suministro de material adecuado a los trabajadores para realizar sus funciones, todavía, lamentablemente, se siguen produciendo casos. Es el de Edimson Carballo, un joven de 38 años de edad que trabajó hasta el 29 de agosto de 2023, en un aserradero en Tenerife y que sufrió un accidente laboral ese mismo día, que le sesgo parte de la mano "sufrí un atrapamiento de la mano en una de las máquinas. La inspección ya había avisado a la empresa de que era necesario un material específico para nuestra protección. Perdí la primera falange y el otro dedo me pudieron reconstruir y pude recuperarlo, pero lo que no he recuperado es la movilidad de la mano. Además, tengo dolor crónico generalizado en la zona".

Al daño físico de esta víctima de accidente laboral se une el psicológico. Según los sindicatos, entre las secuelas más comunes de los accidentes laborales destacan las psicológicas. De hecho, el 70% de los accidentes físicos conllevan patologías psicológicas, a posteriori, algo que le ha ocurrido a Carballo que explica en la Cadena SER que "no he podido regresar al trabajo. Me ha afectado psicológicamente. Tengo ansiedad, me siento inseguro. Al escuchar la máquina, recuerdo el día del accidente y me siento fatal. Además, el proceso para ser atendido por especialistas ha sido muy lento y complicado. La mutua te quiere dar el alta, para los médicos de la mutua todo está bien, sin valorar la parte psicológica". Esta víctima de accidente laboral añade que igual de lento, es el procedimiento para la concesión y valoración de su incapacidad. Ocho meses han transcurrido desde su accidente y continúa en un limbo de procedimientos administrativos para que le concedan el reconocimiento.

La abogada laboral, María Mendoza señala que “en este tipo de procedimientos es fundamental los informes médicos que aportes, que lo acrediten para que el juez tenga soporte y estimar la petición. Nos vemos con los escasos medios, de la Unidad de Salud Mental con los psicólogos que casi no hay y por lo tanto, no envían a las víctimas de accidente laboral para ser atendidos. Los operarios jurídicos sabemos que cuando el médico de cabecera envía al paciente a la Unidad de Salud Mental, finalmente no se le va a dar atención psicológica, fundamentalmente porque no hay psicólogos y, al final, es el médico de cabecera el que sigue ese procedimiento porque no hay un especialista que atienda a los pacientes".

Los sindicatos califican la situación en las islas de muy preocupante porque los datos de accidentes disminuyen en el conjunto nacional, pero aumentan aquí en el Archipiélago, lo que quiere decir que la prevención de riesgos laborales ha pasado a un segundo plano tras la pandemia. Se ha priorizado retomar la actividad económica, pero no así la salud de las personas. En ese sentido, ponen el foco sobre todo en los riesgos psicosociales, en el estrés y la ansiedad, que han aumentado con la digitalización. Mendoza, apunta que la mayoría de los clientes que representa por casos de accidentes laborales están sujetos a la responsabilidad de la empresa que no ha cumplido con la prevención de riesgos laborales, por no dar información a los trabajadores o por no tener una planificación correcta y concreta del trabajo.